CRÍMENES POLACOS CONTRA LOS ALEMANES ÉTNICOS EN POLONIA CRÍMENES POLACOS CONTRA LOS ALEMANES ÉTNICOS | Page 187

(150 km) no hubo descanso, ni de noche. Sólo hubo unos breves intervalos debido a los impedimentos del tránsito en las carreteras. El organista Wiener de Griewen, portador de prótesis, cayó después de una marcha de unos 20 kilómetros, simplemente porque su prótesis se rompió, de manera que no pudo continuar. Lo cargué, junto con mi ayudante, también atrapado, unos 15 km., Porque no quise abandónarlo antes, porque no quise que lo mataran. Por haberlo cargado todavía fui castigado con culatazos. Un compañero de Lissa, cuyo nombre comprobé, fue herido la bala en un testículo y tuvo que marchar así hasta Lowitsch. Andó con un escroto lleno de sangre, sufriendo dolores indescriptibles. Fuente: W R II 96. En vagones para ganado, y en marchas forzadas en dirección a Lowitsch. Relato del pastor Paul Rakette de Schokken El testigo Paul Rakette depuso, el 9 de octubre de 1939, bajo juramento: En enero de 1938 asumí el cargo de pastor de la comunidad de Schokken. El día 1 de septiembre de 1939 fui arrestado cerca de 30 miembros de mi comunidad, siendo encarcelado en la comisaria de Schokken. Fui metido en una celda propia para presos, pasando en ella la noche junto a otros diez compañeros. Al día siguiente, fuimos de carro hasta Wongrowitz, donde también fuimos encarcelados en la comisaria; fue cuando la estación y otros edificios importantes de la ciudad fueron bombardeados por aviones alemanes. A las veinte horas de la noche nos hicieron seguir a pie, hacia Elsenau, donde llegamos a la estación por las 23 horas. Nos embarcamos en coches para pasajeros y seguimos hasta Gnesen. Mientras estábamos de pie en la estación, fuimos testigos de un segundo bombardeo de la aviación alemana; en el correr del mismo día, un domingo, se realizaron otros bombardeos. Yo tenía la impresión de que a propósito dejaron nuestro tren parado en la estación. Afortunadamente, ninguno de nosotros fue herido en esos bombardeos. Después de haber estado en pie dentro de los carros de pasajeros, todo el domingo y la noche de domingo para el lunes, nos embarcaron en vagones para ganado. Me quedé con otros 52 miembros de mi comunidad y otros populares alemanes de Wongrowitz en el vagón. Horas enteras nos dejaron en esos