CRÍMENES POLACOS CONTRA LOS ALEMANES ÉTNICOS EN POLONIA CRÍMENES POLACOS CONTRA LOS ALEMANES ÉTNICOS | Page 14
para perturbar la obra de aproximación germano-polaca, pues los adversarios del
Tercer Reich no sólo no tenían interés en el estrechamiento de las relaciones
germano-polacas, pero aún contribuyeron oculta y abiertamente, para atizar el
fuego que siempre encendía las intrigas que en Polonia se manifestaban contra
Alemania y los grupos étnicos alemanes.
La nueva orientación política, en Berlín y Varsovia, no era bien vista por aquellos
elementos. Además, los entendimientos entre Polonia y sus vecinos del oeste, no
correspondía a la finalidad del Tratado de Versalles, por el cual se había
proyectado eternizar la enemistad entre esos países, con el fin de servirse de
Polonia como instrumento de la política de aislamiento contra el Reich. Así, pues,
los adversarios de la aproximación germano-polaca, alimentando odios antiguos,
suscitando sospechas contra el intento de conseguir un razonable entendimiento
político, procuraron eliminar toda posibilidad de reconciliación entre Alemania y
Polonia, de donde se comprende que los saboteadores de la acción
reconciliadora no llevaron mucho tiempo para conseguir su desiderátum,
prevaleciendo el auxilio de asociaciones polacas chauvinistas y de la prensa
polaca que se hallaba bajo fuerte influencia judía.
La campaña de odios que empezaba a ser más y más intensificada, iba
produciendo una influencia cada vez mayor sobre la opinión pública polaca,
intrigando al pueblo contra Alemania y los grupos étnicos alemanes, domiciliados
en Polonia. Idéntico efecto producía la acción germanofobia entre autoridades y
los militares polacos. Se han frustrado, finalmente, los insistentes esfuerzos del
gobierno del Reich, emprendidos en Varsovia, para influir sobre los círculos
responsables de la formación de la opinión pública en Polonia, en el sentido de
un eficaz sedamiento moral, como estaba previsto por el convenio de prensa
germano- polacos, de 24 de febrero de 1934.
Desde Versalles nunca se había apaciguado las relaciones políticas entre
Alemania y Polonia; al contrario, las minorías étnicas alemanas domiciliadas en
las antiguas provincias prusianas fueron siendo privadas, de forma sistemática,
de sus derechos, hecho que ha venido a agravar las relaciones germano-polacas
de manera tal que, en la opinión pública del mundo, predominaba, desde el
principio, sería desconfianza en cuanto al éxito de la obra de reconciliación
germano-polaca. Según la concepción alemana, nadie es la fuente personal de
Pilsudski, podría ofrecer la garantía de que se hicieran en Polonia los efectos del
plan de entendimiento, produciéndose una lenta mutación de la opinión pública
polaca y, en consecuencia, una alteración de la opinión pública actitud hostil de
las amplias capas polacas contra las minorías étnicas alemanas. En todo caso, el