Crisis Civilizatoria | Page 22

Héctor B. Fletes Ocón l Katia Lozano Uvario recursos que se deben poseer de manera previa y los conocimientos técnicos necesarios para subsistir en los mercados alternativos. Se exponen las políticas y los escenarios del funcionamiento actual del crédito cafetalero en el CJ, ya que persisten problemáticas propias del crédito rural para poder pagar un café que ha aumentado su valor y que puede ser canalizado a espacios totalmente distintos al CJ, esto debido a los variados compromisos financieros, contraídos de antemano, que diluyen los beneficios socioeconómicos para los pequeños productores. Para examinar estos procesos el texto analiza en primera instancia las políticas de crédito en México y su efecto en la industria del café. Posteriormente, expone los diversos esquemas que siguen los productores organizados en torno al CJ del café, para hacerse de diversos financiamientos con un carácter cada vez más especializado en cuanto a la gestión técnica de los recursos. En un tercer apartado, explora los escenarios y las problemáticas que enfrentan los pequeños productores para acceder a los créditos necesarios para su tipo de producción. En la parte final del artículo, plantea algunas conclusiones para el mejoramiento de los financiamientos y créditos para los pequeños cafeticultores de escasos recursos. Tales conclusiones señalan enfáticamente la necesidad de un giro en la política actual de financiamiento rural en el país, con el fin de resarcir algunos beneficios por parte del Estado para los productores de menores recursos, incentivando su productividad y desarrollo social, local y regional. Tal financiamiento, señala, debe ser mucho más integral e interdependiente (por ejemplo, que los objetivos de la política sean vinculatorios y se relacionen con fines de desarrollo); más ágil y flexible y, finalmente, que posea una orientación regional. El tercer artículo de este apartado, Mercados locales para la abundancia, o pobreza globalizada de Laura Collin, con base en una perspectiva de antropología económica y bajo la premisa de la existencia de lógicas económicas diferentes a la economía de mercado, sostiene la necesidad de romper con la lógica de reproducción ampliada del capital que genera escasez, por una ligada a la reproducción de las condiciones locales, de reciprocidad, interdependencia y diversidad, que den como resultado economías de abundancia. Lo anterior sugiere partir del principio de mirar las necesidades, centrarse en el sujeto, en el ¿para quién se produ ce?, y por ende en la demanda de bienes y servicios, así como en la sustentabilidad del sistema, a fin de generar una austeridad convivencial que conlleve un incremento del bienestar, una producción en el umbral de necesidades, y un decrecimiento de efectos negativos en la sociedad y en el ambiente. En el capítulo se analiza también la construcción de mercados locales a partir de la creación de actividades económicas que vinculen los recursos locales 20