Introducción. Aportes del campo mexicano a un nuevo proyecto de desarrollo social
la dinámica social en torno a los apoyos gubernamentales que inciden en tres
ejidos del municipio de Calakmul, Campeche. El autor destaca las disputas
que ejidatarios y pobladores sostienen en esta esfera. Mediante entrevistas en
profundidad, historias de vida y revisión de documentos, analiza los efectos
de estos programas entre los habitantes de los ejidos estudiados. En conjunto
con la agricultura de subsistencia y los trabajos remunerados fuera del predio,
tales apoyos en efectivo o en especie, permiten a las familias rurales sostenerse
ante las constantes fluctuaciones del mercado regional e internacional. Sin
embargo, las disputas se han ido ampliando hacia fuera de los ejidos, donde
los funcionarios controlan el presupuesto y deciden a quién dar o no dar los
apoyos sin la intervención de los órganos de gobierno ejidal. El texto presenta
evidencias de un nuevo y complejo proceso de debilitamiento del tejido social
rural, relacionado con un nutrido conjunto de programas de carácter social
asistencialista más que productivos. Igualmente, recoge las tensiones que operan después de dos décadas de reformas estructurales neoliberales, entre dos
grupos de población, que conviviendo en el mismo espacio, son producidos
como diferentes por los principios bajo los cuales se diseñan los programas
sociales.
El texto de María Isabel Mora Ledesma, Pastores trashumantes frente a la
restructuración del campo, gira su atención hacia aquellas estrategias subsistencia
y formas de vida, que son realmente invisibilizadas por los programas de
desarrollo agrícola y rural. Mora afirma que los estudios socioculturales
del mundo agrario y rural presentan imágenes y tendencias de los procesos
de modernización y reestructuración. Igualmente, abordan el carácter de la
penetración del gran capital en el campo, así como los cambios en distintos
niveles, como son aquellos que afectan al hábitat rural en su conjunto y los
que generan núcleos que redefinen el espacio rural y los horizontes de sentido
de los habitantes. De este modo, la movilidad del capital y del trabajo, la
apropiación diferencial de los recursos, la incorporación de la propiedad al
mercado de tierras, la modernización concentrada y excluyente, moldean el
agro y la ruralidad configurando formas diversas de territorialidad.
En este contexto, algunas poblaciones rurales del altiplano potosino
dedicadas a la ganadería caprina han resistido en esta actividad ante la amenaza
de despojo de su territorio pastoril, sobre todo por el capital privado, que ha
instalado agroindustrias. La expansión territorial de estas empresas ha generado
dinámicas socioculturales que van más allá de las transformaciones productivas,
ya que afectan la organización social del trabajo y las formas de vida de las
familias ganaderas.
Tales poblaciones se encuentran, en ese sentido, a contracorriente de los
patrones de absorción y subordinación que ejerce la agricultura industrial,
así como del proceso de descampesinización en un contexto de pobreza y
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