Crisis Civilizatoria | Page 17

Introducción. Aportes del campo mexicano a un nuevo proyecto de desarrollo social con los sistemas de producción industrial y con la extensión de las cadenas de producción, distribución y consumo a nivel global, se han creado socialmente (es decir, con participación de productores, distribuidores, y consumidores) espacios donde se revaloriza la cualidad natural de la producción alimentaria y el precio justo de los productos. Con ello, se reconoce la importancia de la producción local y orgánica de los alimentos, y en ese sentido su estrecha relación con el territorio, como se señala por muy diversas perspectivas, entre ellas, las presentados en los textos de Morgan et al., (2006); y desde otro ámbito los estudios de Sistemas Agroalimentarios Localizados –SIAL- (Boucher et al., 2012). Otro ámbito de discusión en el sistema alimentario, refiere más bien las dinámicas de poder, estrechamente relacionadas con el territorio (Fletes, 2013), y contiendas por la definición de estándares, valores, y atributos de los alimentos (Rodríguez, 2012). Estos análisis entienden los alimentos como objetos involucrados en auténticas guerras de poder ya sea entre naciones, corporaciones, grupos de productores, consumidores, o entre varios de tales grupos interrelacionados (Wynne and Midderdof, 2008). Se ha destacado que estas disputas ocurren en un escenario de crisis e inestabilidad económica global, fuertemente asociada con el auge inflacionario de los precios de alimentos en el año 2007 (y la crisis financiera del 2008), que en el caso de México repercutió en un fuerte ascenso de los precios del maíz, y una marcada dependencia comercial (Bello, 2009; Rodríguez, 2009). Es decir, los procesos hasta ahora presentados revelan la conformación de la esfera alimentaria como un espacio de acumulación en sí mismo (Biel, 2007), que refleja las diferentes pugnas entre grupos sociales marcadamente desiguales, que buscan establecer nuevas formas de relación económica. Otro aspecto de esta problemática se refiere a la profunda restructuración que han emprendido los Estados en el contexto de la política neoliberal, los cuales al abandonar el principio de seguridad alimentaria dentro de la estrategia de desarrollo nacional, han acentuado las asimetrías entre los actores diversos de la agricultura nacional, re-estructurando y desarticulando las cadenas productivas existentes hasta mediados de la década de los noventa (Harvey, 2008; Fletes, 2013). Estos procesos finalmente, vienen a modificar las formas de relación y participación de los grupos de productores, que no ven otra perspectiva que actuar de manera colectiva o articulados en redes productivas. Las experiencias de los mercados locales y nuevas maneras de pensar el desarrollo Los procesos actuales del desarrollo del capitalismo han propiciado que en el espacio rural aparezcan respuestas alternativas orientadas a superar las 15