Crimen y Castigo - Fiódor Dostoyewski
«cosa», hacía ya más de un mes. Raskolnikof dio media vuelta y
continuó su marcha a la ventura.
Un febril temblor nervioso se había apoderado de él. Se
estremecía. Tenía frío a pesar de que el calor era insoportable.
Cediendo a una especie de necesidad interior y casi inconsciente,
hizo un gran esfuerzo para fijar su atención en las diversas cosas
que veía, con objeto de librarse de sus pensamientos; pero el
empeño fue vano: a cada momento volvía a caer en su delirio.
Estaba absorto unos instantes, se estremecía, levantaba la
cabeza, paseaba la mirada a su alrededor y ya no se acordaba de
lo que estaba pensando hacía unos segundos. Ni siquiera
reconocía las calles que iba recorriendo. Así atravesó toda la isla
Vasilievski, llegó ante el Pequeño Neva, pasó el puente y
desembocó en las islas menores.
En el primer momento, el verdor y la frescura del paisaje
alegraron sus cansados ojos, habituados al polvo de las calles, a la
blancura de la cal, a los enormes y aplastantes edificios. Aquí la
atmósfera no era irrespirable ni pestilente. No se veía ni una sola
taberna... Pero pronto estas nuevas sensaciones perdieron su
encanto para él, que otra vez cayó en un malestar enfermizo.
A veces se detenía ante alguno de aquellos chalés graciosamente
incrustados en la verde vegetación. Miraba por la verja y veía a lo
lejos, en balcones y terrazas, mujeres elegantemente compuestas
y niños que correteaban por el jardín. Lo que más le interesaba, lo
que atraía especialmente sus miradas, eran las flores. De vez en
cuando veía pasar elegantes jinetes, amazonas, magníficos
carruajes. Los seguía atentamente con la mirada y los olvidaba
antes de que hubieran desaparecido.
De pronto se detuvo y contó su dinero. Le quedaban treinta
kopeks... «Veinte al agente de policía, tres a Nastasia por la carta.
Por lo tanto, ayer dejé en casa de los Marmeladof de cuarenta y
siete a cincuenta...» Sin duda había hecho estos cálculos por
algún motivo, pero lo olvidó apenas sacó el dinero del bolsillo y no
StudioCreativo ¡Puro Arte!
Página 65