CRIMEN Y CASTIGO - FIÓDOR DOSTOYEVSKI | Page 601

Crimen y Castigo - Fiódor Dostoyewski -No, no hay nadie -dijo lentamente y en voz baja-. Mi patrona ha salido. Sus gritos son, pues, inútiles. -¿Dónde está la llave? ¡Abre la puerta, abre inmediatamente! ¡Miserable, canalla! -La llave se me ha perdido. -¡Comprendo! ¡Esto es una emboscada! Y Dunia, pálida como una muerta, corrió hacia un rincón, donde se atrincheró tras una mesa. Ya no gritaba. Estaba inmóvil y tenía la mirada fija en su enemigo, para no perder ninguno de sus movimientos. Svidrigailof estaba también inmóvil. Al parecer iba recobrándose, pero el color no había vuelto a su rostro. Su sonrisa seguía mortificando a Avdotia Romanovna. -Ha pronun 6