Crimen y Castigo - Fiódor Dostoyewski
quise pensar en nada. En aquel momento habría dado mil rublos
por verle con mis propios ojos dar cien pasos al lado de un
hombre que le había llamado asesino y al que no se atrevió a
responder una sola palabra. »Y aquellos estremecimientos que le
acometían... Y aquel cordón de una campanilla de que usted
hablaba en su delirio... Después de esto, Rodion Romanovitch,
¿cómo puede usted extrañarse de que procediera con usted como
lo hice? ¿Por qué vino usted a mi casa en aquel preciso momento?
Era como si el demonio le hubiera impulsado. En verdad, si
Mikolka no se hubiese interpuesto entre nosotros en aquel
momento... ¿Se acuerda usted de la llegada de Mikolka? Fue como
una chispa eléctrica. Pero ¿cómo lo recibí? No di la menor
importancia a esta descarga, es decir, que no creí ni una sola de
sus palabras. Es más, después de marcharse usted y de oír las
razonables respuestas de Mikolka (pues sepa usted que me
respondió de modo tan inteligente sobre ciertos puntos, que
quedé asombrado), después de esto, yo permanecí tan firme en
mis convicciones como una roca. "Este no dice una palabra de
verdad", pensé... Me refiero a Mikolka.
-Rasumikhine acaba de decirme que está usted seguro de su
culpabilidad, que usted le ha asegurado...
No pudo terminar: le faltaba el aliento. Escuchaba con una
turbación indescriptible a aquel hombre que había cambiado tan
radicalmente de juicio. No podía dar crédito a sus oídos y buscaba
ávidamente el sentido exacto de sus ambiguas palabras.
-¿Rasumikhine? -exclamó Porfirio Petrovitch, que parecía muy
satisfecho de haber oído, al fin, decir algo a Raskolnikof-. ¡Je, je,
je! De algún modo tenía que deshacerme de él, que es
completamente ajeno a este asunto. Se presentó en mi casa
descompuesto... En fin, dejémoslo aparte. Respecto a Mikolka,
¿quiere usted saber cómo es, o, por lo menos, la idea que yo me
he forjado de él? Ante todo, es como un niño. No ha llegado aún a
la mayoría de edad. Y no diré que sea un cobarde, pero sí que es
StudioCreativo ¡Puro Arte!
Página 552