CRIMEN Y CASTIGO - FIÓDOR DOSTOYEVSKI | Page 525

Crimen y Castigo - Fiódor Dostoyewski puedo hacer con ellos? Le hacen perder a una la paciencia, Rodion Romanovitch. Y entre lágrimas (lo que no le impedía hablar sin descanso) mostraba a Raskolnikof sus desconsolados hijos. El joven intentó convencerla de que volviera a su habitación, diciéndole (creía que levantaría su amor propio) que no debía ir por las calles como los organilleros, cuando estaba en vísperas de ser directora de un pensionado para muchachas nobles. -¿Un pensionado? ¡Ja, ja, ja! ¡Ésa es buena! -exclamó Catalina Ivanovna, a la que acometió un acceso de tos en medio de su risa-. No, Rodion Romanovitch: ese sueño se ha desvanecido. Todo el mundo nos ha abandonado. Y ese general... Sepa usted, Rodion Romanovitch, que le arrojé a la cabeza un tintero que había en una mesa de la antecámara, al lado de la hoja donde han de poner su nombre los visitantes. No escribí el mío, le arrojé el tintero a la cabeza y me marché. ¡Cobardes! ¡Miserables...! Pero ahora me río de ellos. Me encargaré yo misma de la alimentación de mis hijos y no me humillaré ante nadie. Ya la hemos explotado bastante -señalaba a Sonia-. Poletchka, ¿cuánto dinero hemos recogido? A ver. ¿Cómo? ¿Dos kopeks nada más? ¡Qué gente tan miserable! No dan nada. Lo único que hacen es venir detrás de nosotros como idiotas. ¿De qué se reirá ese cretino? -señalaba a uno del grupo de curiosos-. De todo esto tiene la culpa Kolia, que no entiende nada. La saca a una de quicio... ¿Qué quieres, Poletchka? Háblame en francés, parle-moi français. Te he dado lecciones; sabes muchas frases. Si no hablas en francés, ¿cómo sabrá la gente que perteneces a una familia noble y que sois niños bien educados y no músicos ambulantes? Nosotros no cantaremos cancioncillas ligeras, sino hermosas romanzas. Bueno, vamos a ver qué cantamos ahora. Haced el favor de no interrumpirme... Oiga, Rodion Romanovitch nos hemos detenido aquí para escoger nuestro repertorio... Necesitamos un aire que pueda bailar Kolia... Ya comprenderá usted que no tenemos nada preparado. Primero StudioCreativo ¡Puro Arte! Página 524