Crimen y Castigo - Fiódor Dostoyewski
tísica nunca había tenido un aspecto tan lamentable (por otra
parte, los enfermos del pecho tienen siempre peor cara en la calle,
en pleno día, que en su casa). Pero, a pesar de su debilidad,
Catalina Ivanovna parecía dominada por una excitación que iba en
continuo aumento. Se arrojaba sobre los niños, los reñía, les
enseñaba delante de todo el mundo a bailar y ca