CRIMEN Y CASTIGO - FIÓDOR DOSTOYEVSKI | Page 439

Crimen y Castigo - Fiódor Dostoyewski dormir, y ayer empecé a informarme acerca de usted. Hoy, ya debidamente informado, he ido a ver al juez de instrucción. La primera vez que he preguntado por él, estaba ausente. He vuelto una hora después y no me ha recibido. Al fin, a la tercera vez, me han hecho pasar a su despacho. Se lo he contado todo exactamente como ocurrió. Mientras me escuchaba, Porfirio Petrovitch iba y venía apresuradamente por el despacho, golpeándose el pecho con el puño. « ¡Qué cosas he de hacer por vuestra culpa, cretinos! -exclamó-. Si hubiera sabido esto antes, lo habría hecho detener.» En seguida salió precipitadamente del despacho, llamó a alguien y se puso a hablar con él en un rincón. Después volvió a mi lado y de nuevo empezó a hacerme preguntas y a insultarme. Mientras él me dirigía reproche tras reproche, yo se lo he contado todo. Le he dicho que usted se había callado cuando yo le acusé de asesino y que no me reconoció. Él ha vuelto a sus idas y venidas precipitadas y a darse golpes en el pecho, y cuando le han anunciado a usted, ha venido hacia mí y me ha dicho: «Pasa detrás de esa puerta y, oigas lo que oigas, no te muevas de ahí.» Me ha traído una silla, me ha encerrado y me ha advertido: «Tal vez te llame.» Pero cuando ha llegado Nicolás y le ha despedido a usted, en seguida me ha dicho a mí que me marchase, advirtiéndome que tal vez me llamaría para interrogarme de nuevo. -¿Ha interrogado a Nicolás delante de ti? -Me ha hecho salir inmediatamente después de usted, y sólo entonces ha empezado a interrogar a Nicolás. El visitante se inclinó otra vez hasta tocar el suelo. -Perdone mi denuncia y mi malicia. -Que Dios lo perdone -dijo Raskolnikof. El visitante se volvió a inclinar; aunque ya no tan profundamente, y se fue a paso lento. «Ya no hay más que pruebas de doble sentido», se dijo Raskolnikof, y salió de su habitación reconfortado. StudioCreativo ¡Puro Arte! Página 438