Crimen y Castigo - Fiódor Dostoyewski
lo que le había impedido poner fin a su vida? Y, al hacerse esta
pregunta, Raskolnikof comprendió lo que significaban para ella
aquellos pobres niños y aquella desdichada Catalina Ivanovna,
tísica, medio loca y que golpeaba las paredes con la cabeza.
Sin embargo, vio claramente que Sonia, por su educación y su
carácter, no podía permanecer indefinidamente en semejante
situación. También se preguntaba cómo había podido vivir tanto
tiempo sin volverse loca. Desde luego, comprendía que la
situación de Sonia era un fenómeno social que estaba fuera de lo
común, aunque, por desgracia, no era único ni extrao &F