CRIMEN Y CASTIGO - FIÓDOR DOSTOYEVSKI | Page 381

Crimen y Castigo - Fiódor Dostoyewski Un cuarto de hora después se había entablado una animada conversación. Incluso Raskolnikof, aunque sin abrir la boca, escuchaba con atención lo que decía Rasumikhine, que era el que llevaba la voz cantante. -¿Por qué han de regresar ustedes al pueblo? -exclamó el estudiante, dejándose llevar de buen grado del entusiasmo que se había apoderado de él-. ¿Qué harán ustedes en ese villorrio? Deben ustedes permanecer aquí todos juntos, pues son indispensables el uno al otro, no me lo negarán. Por lo menos, deben quedarse aquí una temporada. En lo que a mí concierne, acépteme como amigo y como socio y les aseguro que montaremos un negocio exce