Crimen y Castigo - Fiódor Dostoyewski
usted no los recordara a todos. Pero veo que me he equivocado:
usted no ha olvidado ni siquiera uno..., y... y...
«¡Qué estúpido soy! ¿Qué necesidad tenía de decir esto?» -Es
que todos los demás se han presentado ya. Sólo faltaba usted
-dijo Porfirio Petrovitch con un tonillo de burla casi imperceptible.
-No me sentía bien.
-Ya me enteré. También supe que algo le había trastornado
profundamente. Incluso ahora está usted un poco pálido.
-Pues me encuentro admirablemente -replicó al punto
Raskolnikof, en tono tajante y furioso.
Sentía hervir en él una cólera que no podía reprimir.
«Esta indignación me va a hacer cometer