Crimen y Castigo - Fiódor Dostoyewski
-¿Cuándo estuve por última vez? -preguntó, deteniéndose como
para recordar mejor-. Me parece que fue tres días antes del
crimen... Te advierto que no quiero recoger los objetos en seguida
-se apresuró a aclarar, como si este punto le preocupara
especialmente-, pues no me queda más que un rublo después del
maldito «desvarío» de ayer.
Y subrayó de un modo especial la palabra «desvarío».
-¡Comprendido,
comprendido!
-exclamó
con
vehemencia
Rasumikhine y sin que se pudiera saber exactamente qué era lo
que comprendía con tanto entusiasmo-. Esto explica que te
mostraras entonces tan... impresionado... E incluso en tu delirio
nombrabas sortijas y cadenas... Todo aclarado;