Crimen y Castigo - Fiódor Dostoyewski
Pulqueria Alejandrovna siguió hablando con su acostumbrada
volubilidad.
-Hemos hecho bien en marcharnos. Rodia tenía que acudir
urgentemente a una cita de negocios. Le hará bien dar un paseo,
respirar el aire libre. En su habitación hay una atmósfera
asfixiante. Pero ¿es posible encontrar aire respirable en esta
ciudad? Las calles son como habitaciones sin ventana. ¡Qué
ciudad, Dios mío! ¡Cuidado no te atropellen...! Mira, transportan
un piano... Aqu