Crimen y Castigo - Fiódor Dostoyewski
curarse; en el caso contrario, las cosas irán de mal en peor.
Cuáles son esas causas, lo ignoro; pero usted debe conocerlas.
Usted es un hombre inteligente y puede observarse a sí mismo.
Me parece que el principio de su enfermedad coincide con el
término de sus actividades universitarias. Usted no es de los que
pueden vivir sin ocupación: usted necesita trabajar, tener un
objetivo y perseguirlo tenazmente.
-Sí, sí; tiene usted razón. Volveré a inscribirme en la universidad
cuanto antes y entonces todo irá como sobre ruedas.
Zosimof, cuyos prudentes consejos obedecían al deseo de lucirse
ante las damas, quedó profundamente decepcionado cuando,
terminado su discurso, dirigió una mirada a su paciente y advirtió
que su rostro expresaba una franca burl