Crimen y Castigo - Fiódor Dostoyewski
constituye un deber para todo hombre que no sea un bruto
rematado. Por eso me he inclinado yo... Bueno, aquí tienen su
casa. Después de ver esto, uno ha de pensar que Rodion ha hecho
bien en poner a Piotr Petrovitch en la calle. ¿Cómo se habrá
atrevido a traerlas a un sitio semejante? ¡Es bochornoso! Ustedes
no saben la gentuza que vive aquí. Sin embargo, usted es su
prometida. ¿Verdad que es su prometida? Pues bien, después de
haber visto esto, yo me atrevo a decirle que su prometido es un
granuja.
-Escuche, señor Rasumikhine --comenzó a decir Pulqueria
Alejandrovna-. Se olvida usted...
-Sí, sí; tiene usted razón -se excusó el estudiante-; me he
olvidado de algo que no debí olvidar, y estoy verdaderamente
avergonzado. Pero usted no debe guardarme rencor porque haya
hablado así, pues he sido franco. No crea que lo he dicho por...
No, no; eso sería una vileza... Yo no lo he dicho para... No, no me
atrevo a decirlo... Cuando ese hombre vino a ver a Rodia,
comprendimos muy pronto que no era de los nuestros. Y no
porque se había hecho rizar el pelo en la peluquería, ni porque
alardeaba de sus buenas relaciones, sino porque es mezquino e
interesado, porque es falso y avaro como un judío. ¿Creen ustedes
que es inteligente? Pues se equivocan: es un necio de pies a
cabeza. ¿Acaso es ése el marido que le conviene...? ¡Dios santo!
Óiganme -dijo, deteniéndose de pronto, cuando subían la
escalera-: en mi casa todos están borrachos, pero son personas
de nobles sentimientos, y, a pesar de los absurdos que decimos
(pues yo los digo también), llegaremos un día a la verdad, porque
vamos por el buen camino. En cambio, Piotr Petrovitch..., en fin,
su camino es diferente. Hace un momento he insultado a mis
amigos, pero los aprecio. Los aprecio a todos, incluso a Zamiotof.
No es que sienta por él un gran cariño, pero sí cierto afecto: es
una criatura. Y también aprecio a esa mole de Zosimof, pues es
honrado y conoce su oficio... En fin, basta de esta cuestión. El
StudioCreativo ¡Puro Arte!
Página 249