Crimen y Castigo - Fiódor Dostoyewski
Sonia se detuvo en el umbral y, con los ojos desorbitados,
empezó a pasear su mirada por la habitación. Su semblante tenía
la expresión de la persona que no se da cuenta de nada. No
pensaba en que su vestido de seda, procedente de una casa de
compraventa, estaba fuera de lugar en aqu V