CRIMEN Y CASTIGO - FIÓDOR DOSTOYEVSKI | Page 223

Crimen y Castigo - Fiódor Dostoyewski -He enviado a buscar un médico -dijo a Catalina Ivanovna-. No se inquiete usted; yo lo pago. ¿No tiene agua? Déme también una servilleta, una toalla, cualquier cosa, pero pronto. Nosotros no podemos juzgar hasta qué extremo son graves las heridas... Está herido, pero no muerto; se lo aseguro... Ya veremos qué dice el doctor. Catalina Ivanovna corrió hacia la ventana. Allí había una silla desvencijada y, sobre ella, una cubeta de barro llena de agua. La había preparado para lavar por la noche la ropa interior de su marido y de