CRIMEN Y CASTIGO - FIÓDOR DOSTOYEVSKI | Page 217

Crimen y Castigo - Fiódor Dostoyewski pendiente de la cintura-. ¡Hala, fuera de aquí...! Desde luego, es un vagabundo... ¿Has oído? ¡Largo! Y cogiendo a Raskolnikof por un hombro, lo echó a la calle. Raskolnikof se tambaleó, pero no llegó a caer. Cuando hubo recobrado el equilibrio, los miró a todos en silencio y continuó su camino. -Es un bribón -dijo el empapelador. -Hoy cualquiera se puede convertir en un bribón -dijo la mujer. -Aunque no sea nada más que un granuja, debimos llevarlo a la comisaría. -Lo mejor es no mezclarse en estas cosas -opinó el corpulento mujik-. Desde luego, es un granuja. Estos tipos le enredan a uno de modo que luego