CRIMEN Y CASTIGO - FIÓDOR DOSTOYEVSKI | Page 202

Crimen y Castigo - Fiódor Dostoyewski tenía hacía un momento. Después, Raskolnikof siguió tomándose el té. -Actualmente, los crímenes se multiplican -dijo Zamiotof-. Hace poco leí en las Noticias de Moscú que habían detenido en esta ciudad a una banda de monederos falsos. Era una detestable organización que se dedicaba a fabricar billetes de Banco. -Ese asunto ya es viejo -repuso con toda calma Raskolnikof-. Hace ya más de un mes que lo leí en la prensa. Así, ¿usted cree que esos falsificadores son unos bandidos? -A la fuerza han de serlo. -¡Bah! Son criaturas, chiquillos inconscientes, no verdaderos bandidos. Se reúnen cincuenta para un negocio. Esto es un disparate. Aunque no fueran más que tres, cada uno de ellos habría de tener más confianza en los otros que en si mismo, pues bastaría que cualquiera de ellos diera suelta a la lengua en un momento de embriaguez, para que todo se fuera abajo. ¡Chiquillos inconscientes, no lo dude! Envían a cualquiera a cambiar los billetes en los bancos. ¡Confiar una operación de esta importancia al primero que llega! Además, admitamos que esos muchachos hayan tenido suerte y qu R