Crimen y Castigo - Fiódor Dostoyewski
apenas por la colcha, pero era tan vieja y estaba tan sucia de
barro, que Zamiotof no podía haber visto nada sospechoso en ella.
«Zamiotof..., la comisaría... ¿Por qué me habrán citado? ¿Dónde
está la citación...? Pero ¿qué digo? ¡Si fue el otro día cuando tuve
que ir...! También entonces examiné la bota... ¿Para qué habrá
venido Zamiotof? ¿Por qué lo habrá traído Rasumikhine?»
Estaba extenuado. Volvió a sentarse en el diván.
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