Crimen y Castigo - Fiódor Dostoyewski
-Le advierto que eso está fuera de mi incumbencia. Aquí se trata
de que me eche una firma.
-Se la echará. ¿Es un libro donde ha de firmar?
-Sí, aquí lo tiene.
-Traiga... Vamos, Rodia; un pequeño esfuerzo. Incorpórate; yo
te sostendré. Coge la pluma y pon tu nombre. En nuestros días, el
dinero es la más dulce de las mieles.
-No vale la pena -dijo Raskolnikof rech