Crimen y Castigo - Fiódor Dostoyewski
III
Sin embargo, no estuvo por completo inconsciente durante su
enfermedad: era el suyo un estado febril en el que cierta lucidez
se mezclaba con el delirio. Andando el tiempo, recordó
perfectamente los detalles de este período. A veces le parecía ver
varias personas reunidas alrededor de él. Se lo querían llevar.
Hablaban de él y disputaban acaloradamente. Después se veía
solo: inspiraba horror y todo el mundo le había dejado. De vez en
cuando, alguien se atrevía a entreabrir la puerta y le miraba