Zosimof era, como ya hemos dicho, alto y grueso. Tenía veintisiete años, una
cara pálida, carnosa y cuidadosamente rasurada, y el cabello liso. Llevaba
lentes y en uno de sus dedos, hinchados de grasa, un anillo de oro. Vestía un
amplio, elegante y ligero abrigo y un pantalón de verano. Toda la ropa que
llevaba tenía un sello de elegancia y era cómoda y de superior calidad. Su
camisa era de una blancura irreprochable, y la cadena de su reloj, gruesa y
maciza. En sus maneras había cierta flemática lentitud y una desenvoltura que
parecía afectada. Ejercía una tenaz vigilancia sobre sí mismo, pero su
presunción hallaba a cada momento el modo de delatarse. Entre sus conocidos
cundía la opinión de que era un hombre difícil de tratar, pero todos reconocían
su capacidad como médico.
He pasado dos veces por tu casa, querido Zosimof exclamó Rasumikhine .
Como ves, el enfermo ha vuelto en sí.
Ya lo veo, ya lo veo dijo Zosimof. Y preguntó a Raskolnikof, mirándole
atentamente : ¿Qué, cómo van esos ánimos?
Acto seguido se sentó en el diván, a los pies del enfermo, mejor dicho, se
recostó cómodamente.
Continúa con su melancolía dijo Rasumikhine . Hace un momento le ha
faltado poco para echarse a llorar sólo porque le hemos mudado la ropa
interior.
Me parece muy natural, si no tenía ganas de mudarse. La muda podía
esperar... El pulso es completamente normal... Un poco de dolor de cabeza,
¿eh?
Estoy bien, estoy perfectamente repuso Raskolnikof, irritado.
Al decir esto se había incorporado repentinamente, con los ojos centelleantes.
Pero pronto volvió a dejar caer la cabeza en la almohada, quedando de cara a
la pared. Zosimof le observaba con mirada atenta.
Muy bien, la cosa va muy bien dijo en tono negligente . ¿Ha comido algo hoy?
Rasumikhine le explicó lo que había comido y le preguntó qué se le podía dar.
Eso tiene poca importancia... Té, sopa... Nada de setas ni de cohombros, por
supuesto... Ni carnes fuertes...
Cambió una mirada con Rasumikhine y continuó:
Pero, como ya he dicho, eso tiene poca importancia... Nada de pociones, nada
de medica