Acto seguido preguntó al visitante si había tomado el té, y, ante su respuesta
negativa, la madre y la hija le invitaron a tomarlo con ellas, ya que le habían
esperado para desayunarse.
Avdotia Romanovna hizo sonar la campanilla y acudió un desastrado sirviente.
Se le encargó el té, y cómo lo serviría, que las dos mujeres se sonrojaron.
Rasumikhine estuvo a punto de echar pestes de la pensión, pero se acordó de
Lujine, se sintió avergonzado y nada dijo. Incluso se alegró cuando las
preguntas de Pulqueria Alejandrovna empezaron a caer sobre él como una
granizada. Interrogado e interrumpido a cada momento, estuvo tres cuartos de
hora dando explicaciones. Contó cuanto sabía de la vida de Rodion
Romanovitch durante el año último, y terminó con un relato detallado de la
enfermedad de su amigo. Pasó por alto todo aquello que no convenía referir,
como, por ejemplo, la escena de la comisaría, con todas sus consecuencias.
Las dos mujeres le escucharon con ávida atención. Sin embargo, cuando él
creyó que había dado todos los detalles susceptibles de interesarlas y, por lo
tanto, consideraba cumplida su misión, advirtió que ellas no opinaban así y que
habían escuchado su largo relato simplemente como un preámbulo.
Dígame dijo vivamente Pulqueria Alejandrovna , ¿qué juzga usted...? ¡Oh,
perdón...! No conozco todavía su nombre.
Dmitri Prokofitch.
Pues bien, Dmitri Prokofitch; yo quisiera saber... cuáles son las opiniones de
Rodia, sus ideas, en estos momentos... Es decir..., compréndame... ¡Oh!, no sé
cómo decírselo... Mire, yo quisiera saber qué es lo que le gusta y lo que no le
gusta..., y si siempre está tan irritado como anoche..., y cuáles son sus deseos,
mejor dicho, sus sueños y ambiciones..., y qué es lo que más influye en su
ánimo en estos momentos... En una palabra, yo quisiera saber...
Pero, mamá le interrumpió Dunia , ¿quién puede responder a ese torrente de
preguntas?
¡Es verdad, Dios mío! ¡Es que estaba tan lejos de esperar encontrarlo así!
Sin embargo dijo Rasumikhine , esos cambios son muy naturales. Yo no
tengo madre, pero sí un tío que viene todos los añ