Pero la verdadera revolución se inicia en 1996, cuando los sistemas de almacenamiento digital se convirtieron, por primera vez, en más costo-efectivos que el papel. Para 2000, ya éramos conscientes de que "la explosión de la cantidad (y a veces, la calidad) de datos relevantes y disponibles" iba a cambiar el mundo. Los heurísticos (las intuiciones sobre cómo funcionaba el mundo) estaban dejando de tener sentido en la medida en que podíamos saber realmente cómo era el mundo. Grandes empresas comenzaron a cambiar toda su estructura para adaptarse a una realidad que hasta ese momento no veían. Los datos ya no eran una cuestión de información, era una cuestión de poder, dinero e influencia: la gran herramienta del mundo que venía.
La alfabetización estadística Siempre se ha dicho que existe una relación directa entre educación y democracia. Y como dice Ricardo Galli, "las estadística es una herramienta fundamental para analizar y entender los problemas en un mundo tan complejo" como el actual.
Desde Civio, una ONG que trabaja por la transparencia y libre acceso a los datos, insisten en que "a la hora de informarse, lo más importante es ser escéptico y no dar por buenas automáticamente las noticias de los periódicos". No obstante, lo cierto es que no podemos, solamente, fomentar la duda y el escepticismo. Debemos profundizar en la habilidad de leer, entender, crear y comunicar datos. Esta alfabetización cuantitativa (o de datos) es una parte fundamental del trabajo por una democracia mejor.
La alfabetización estadística es clave para ser ciudadanos competentes en el mundo de hoy, Pero, ¿es suficiente para ello la estadística que se enseña en los colegios? O dicho de otra forma, ¿Debemos mejorar la educación estadística en la educación básica? Los expertos coinciden en que es una necesidad improrrogable. "Rotundamente sí". Carmen Batanero, Catedrática de Didáctica de las Matemáticas, propone que hay que centrarse en el "desarrollo del sentido estadístico", una combinación entre la cultura estadística (es decir, el conocimiento) y el razonamiento estadístico.