Déjaselo
a otros
Pretender que ya nos somos indiferentes, no girar la cara cuando
nos topamos, decir que ya no nos
amamos… Eso déjaselo a amores que
no son amores, pero no a nosotros,
porque ¡cuán patético sería!
No digas que ya no me amas, porque
qué mentiroso te verías.
No me digas que ya no me amas,
porque no te creería.
No me lo digas, porque no quisiera
creerte.