Conocimiento básico en la ingeniería de alimentos. REVISTA 3 | Page 11
Las bebidas alcohólicas
Son aquellas bebidas que contienen
etanol (alcohol etílico) en su composición.
Atendiendo a la elaboración se pueden
distinguir entre las bebidas producidas
simplemente por fermentación alcohólica
(vino, cerveza, sidra, hidromiel, sake) en
las que el contenido en alcohol no suele
superar los 15 grados, y las producidas
por destilación, generalmente a partir de
un producto de fermentación previo.
Entre estas últimas se encuentran los
diferentes tipos de licores y aguardientes
(como el brandy, el whisky, el tequila, el
ron, el vodka, la ginebra, entre otras).
Bebidas alcohólicas.
también son un ejemplo de uso masivo de
bebidas.
El embotellado y envasado de agua y
bebidas refrescantes, la fabricación de
jarabes de bebidas refrescantes,
embotellado, enlatado y envasado en cajas
de zumos de frutas, industria del café y la
industria del té.
En la industria de bebidas no alcohólicas,
hay tres tendencias que están pasando
rápidamente de los mercados de nicho a el
mercado de consumo masivo. A
continuación, voy a mencionar cada una
de ellas, y dar ejemplos internacionales
que pueden ser aprovechados localmente.
La industria los licores destilados.
La industria vitivinícola.
La fabricación de la cerveza.
Bebidas no alcohólicas.
La primera tendencia es la de bebidas
elaboradas con ingredientes naturales, en
las cuales el consumidor usualmente
transfiere a la bebida todos los beneficios
que se le asignan a la planta o fruta que
sirve para su elaboración, al tiempo que
valora su contenido de fibra.
La segunda tendencia es las bebidas libres
de ingredientes o características no
deseables, de esta tendencia se derivan
productos, libres de azúcar, libres de
sodio, libres de colorantes, libres de
saborizantes, libres de lactosa y libres de
calorías.
Bebida es cualquier líquido que se ingiere
y aunque la bebida por excelencia es el
agua, el término se refiere por
antonomasia a las bebidas alcohólicas y
las bebidas gaseosas. Las infusiones
La tercera tendencia es la de productos
funcionales, aquellos que adicional a su
beneficio nutricional tienen como función
mejoran la salud, el desempeño y/o
reducir el riesgo de contraer