to en cuestión. Efectivamente, dado que son conceptos para los cuales no existe una definición universalmente aceptada, se hace indispensable inscribirlos en el marco de una perspectiva disciplinar y, específicamente, de una teoría a partir de cuyos principios podrá ser categorizado.
Asimismo, la última aserción dada como ejemplo, podría ser el punto de partida( o de llegada) de un trabajo explícito sobre el carácter sistémico de estos conceptos. En efecto, para comprender la definición del concepto de naturaleza humana resulta imprescindible restablecer las relaciones entre todos los otros conceptos que forman parte del sistema de categorías relacionadas jerárquicamente en el texto.
Así entonces, las preguntas y las aserciones incluidas en este segundo grupo serían coherentes, para nosotras, tanto con la finalidad de la acción, que es favorecer la comprensión de la construcción del concepto de naturaleza humana, como con la operación mediante la cual se intenta alcanzar este objetivo, es decir, la puesta en común oral de la lectura realizada previamente por los estudiantes. Efectivamente, la explicitación y el“ trabajo de interpretación colectiva” propuesto para la operación discursiva de comparación-distinción, están directamente vinculados con la comprensión del concepto que se construye discursivamente a partir de su diferenciación del de naturaleza animal. En el mismo sentido, la operación discursiva de definición, aludida en estas aserciones, puede ser el puntapié inicial para la aproximación al carácter relativo y sistémico de los conceptos del campo disciplinar.
Se trata, en todos los casos, de aspectos del contenido a enseñar que todavía los estudiantes no conocen y que no pueden alcanzar por sí solos leyendo el texto. Por lo tanto, desde nuestro punto de vista, resulta necesario un andamiaje que el docente debe diseñar especialmente. En este sentido, coincidimos con Elsie Rockwell( Rockwell, 1995) cuando sostiene que, en el marco de sus explicaciones e incluso mediante la exposición y la interrogación, los docentes seleccionan, complementan y reordenan los contenidos de los textos que dan para leer y de aquellos que solicitan que se escriban. El discurso docente proporciona así una representación alternativa de los contenidos en la que, desde nuestra perspectiva, se debe incluir como elemento constitutivo, el lenguaje.
Efectivamente, como ya planteamos, a partir de los principios de la perspectiva sociocultural, concebimos el aprendizaje como un proceso de socialización en nuevos modos de discurso, en cuyo marco no se transmiten signos, sino que, mediante el instrumento del lenguaje se construyen conceptos en función de las reglas de la comunidad disciplinar. Ahora bien, para que los estudiantes puedan participar en la construcción de
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