Congresos y Jornadas Didáctica de las lenguas y las literaturas. | Page 66

mayoría de ellas el lenguaje funciona como un “sistema de etiquetaje” es decir, como un instrumento cuya única función es la de describir, dar cuenta de algo que existe indepen- dientemente de él (Sutton, 1997:14). Por lo tanto, si la intervención didáctica es domi- nada por acciones de este tipo, resultaría difícil para el estudiante visualizar el carácter de construcción del conocimiento. Como ejemplo mencionaremos algunas preguntas de verificación de la interpretación del contenido textual como: -¿Qué es la matriz social? -Las características del universo simbólico ¿son iguales para todos los seres humanos? Son preguntas que, desde nuestra perspectiva, se corresponderían con lo que Barnes de- nomina función presentacional del habla (Barnes, 2003:25). Es decir, estas preguntas favorecerían respuestas construidas para demostrar algo que ya habría sido comprendi- do, respuestas que buscan adaptarse más a las expectativas del destinatario que a trasfor- mar las ideas del hablante. En este sentido, el contenido corre el riesgo de ser entendido como un “hecho” al cual las palabras se limitarían a describir, a transmitir y se converti- ría, en este caso, en información para ser recibida, más que en ideas para ser construi- das. Por nuestra parte entendemos que, cuando el conocimiento se expresa como sim- ples verdades acerca del mundo y no como productos del pensamiento humano, la disci- plina se reduce, para los estudiantes, a un archivo de hechos y la única función del len- guaje es la de etiquetarlos (Sutton, 1997). Por su parte, las aserciones referidas a la interpretación del contenido, estarían orientadas en el mismo sentido que las preguntas antes señaladas. Así, por ejemplo, en aserciones tales como -El hombre no posee ninguna conducta universal porque cada persona se desarrolla en un medio sociocultural diferente. -Esa matriz cultural le brinda al niño un universo simbólico, el lenguaje podría ser entendido como un envoltorio transparente e inocuo que sólo re- presenta la realidad, describe el mundo, informa sobre lo que es. Efectivamente, si aser- ciones de este tipo no se dan acompañadas de otras intervenciones que expliciten la rela- ción de su contenido con las formas del lenguaje que lo construyen, el estudiante podría inferir que se trata de enunciados universales, verdades independientes de todo tipo de mediatización. Así, el conocimiento puesto en texto no sería más que un comentario neutro, con palabras que tienen una función descriptiva de los hechos antes que una fun- ción formadora de teoría (Sutton, 1997: 22). 831