Introducción
En la actualidad, numerosas investigaciones abordan la temática de la lectura y la escritura académicas desde distintos enfoques. Por nuestra parte, a partir de los principios de la perspectiva sociocultural( Vigotski, 1977, 1988; Wertsch, 1988; Kozulin, 2000), entendemos que son prácticas sociales y, como tales, varían en función de los contextos en los cuales se realizan. La educación superior debe ser comprendida, pues, en este marco, como uno de esos contextos, caracterizado por la actividad de producción y comunicación de determinados conocimientos disciplinares. Desde nuestro punto de vista, de estos principios se desprenden dos evidencias. En primer lugar, y dada la transformación que sufren las prácticas del escrito en relación con los distintos ámbitos en los que se desarrollan, sostenemos que la universidad debe asumir la enseñanza de las particularidades de la producción e interpretación de los textos que circulan en los distintos campos del saber académico. En este sentido, Casco retomando a Coulon, señala que el proceso de aculturación del estudiante ingresante a la universidad consiste en una serie de rupturas entre las cuales se destaca la ruptura discursiva( 2014: 240), marcada por el nuevo sistema comunicativo de los textos académicos que exige, entre otras cosas, modalidades de lectura específicas, manejo de saberes teóricos y modalidades de escritura que permitan comunicar lo aprendido. Pero, además, entendemos que la enseñanza de las prácticas del lenguaje no puede llevarse a cabo de manera independiente de los propósitos y contenidos con los que ellas se articulan. En efecto, desde esta perspectiva teórica se cuestiona el tratamiento aislado de estrategias generales de comprensión lectora y de producción de textos-postulado desde investigaciones en psicología cognitiva- y se remarca“ la centralidad del contenido específico en el abordaje de los textos”( Lerner, Aisemberg y Espinoza, 2011: 530).
Resulta evidente, en función de estos principios, que el trabajo del docente deviene esencial para que el estudiante logre desarrollar las prácticas del lenguaje escrito mediante las cuales se construyen y se transmiten los conocimientos dentro del ámbito académico. En este sentido, desde el área de Prácticas Académicas del Lenguaje de la División de Pedagogía Universitaria y Capacitación Docente de la UNLu se viene llevando a cabo, desde hace algunos años, una línea de acción que hemos denominado Programa de Acompañamiento a docentes de la carrera de Ciencias de la Educación. Con este programa-dirigido en principio a profesores y auxiliares del primer tramo de la carrera-, se pretende generar un espacio para la reflexión compartida y el diseño de actividades
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