Congresos y Jornadas Didáctica de las lenguas y las literaturas. | Page 440

Los contextos de aprendizaje son vastos, tienen sus particularidades y se van creando a partir de la interacción que van generando las personas. Desde allí surge la propuesta de la Cátedra, y también desde allí, con mi compañera, hemos emprendido la tarea de comenzar esta aventura, buscar un espacio donde desarrollar el taller, el grupo y la selección de los textos. Luego iniciamos la convocatoria y tuvimos en cuenta la consigna de no realizarlo dentro de la universidad sino salir del campo o de nuestra área de competencia (carreras de Letras o afines). Logramos armar un grupo de entre 8 a 10 personas –bastante heterogéneo en cuanto a la profesión y estilo de vida de cada uno de los participantes (en su mayoría se dedicaban a profesiones o estudiaban carreras pertenecientes a ciencias sociales, económicas, entre otras), confirmamos el lugar, y entonces nos pudimos dedicar a terminar de armar y deci- dir los autores que se iban a trabajar en el taller: dos riojanos, Daniel Moyano y Juan Zala- zar, y un mexicano, Carlos Fuentes; autores latinoamericanos a los que los une el eje de la búsqueda de la identidad latinoamericana. Pretendíamos dar a conocer sus obras (cuentos de los riojanos, la novela corta Aura, del mexicano), buscando acercarnos a estos escritores que forman parte de nuestra cultura y que siguen vivos en sus escritos. Pensamos en ellos para, a través del taller, coincidir en un punto de encuentro donde las diferencias, donde cada resignificación individual, nos acer- que y nos una a través de este hilo imaginario que construye el camino de la lectura. El objetivo principal que nos propusimos fue lograr un lugar de encuentro a través de las diferentes experiencias de lectura, para que los miembros del grupo pudieran transportarse a un mundo donde las diferentes perspectivas personales llevaran a un camino común, de resignificación y disfrute. Pero también buscábamos reconocer e interpretar la simbología, costumbres, ritos, hábitos que hacen a nuestra cultura; buscábamos la oralización de las in- terpretaciones y las lecturas; y establecer relaciones ente las obras leídas, en función de su contexto histórico, social y cultural en su momento de producción y recepción. Pero, fun- damentalmente, queríamos que ellas lograran aprovechar la lectura, valorándola como fuente de placer, conocimiento y enriquecimiento personal. El taller se llevó a cabo en cuatro encuentros de casi dos horas cada uno. La estructura de trabajo –similar a la expuesta con anterioridad– incluyó la utilización de distintos recursos tecnológicos como audios, videos, imágenes y material bibliográfico, para acercar y poner al servicio de los talleristas el material real con el que se iba a trabajar. Al finalizar cada encuentro se promovía un momento de reflexión, crítica, puesta en común entre todos, in- tercambio de ideas, perspectivas y conocimientos para poder terminar la jornada con la 1205