Congresos y Jornadas Didáctica de las lenguas y las literaturas. | Page 40

En este sentido, las tres experiencias que aquí compartiremos, fueron pensadas para fortalecer esta instancia de crisis y desafío generando estrategias para transitarla –o ayudar a transitarla– tejiendo un verdadero puente entre los espacios de la escuela y la universidad. Diálogos en los umbrales académicos: Relato de un Taller En primer lugar, relataremos una experiencia de extensión y capacitación enmar- cada en el Programa de Fortalecimiento a las Actividades de Extensión (PROFAE) de la UNaM en el transcurso del año 2015. Dicha experiencia fue propuesta por parte de nuestro grupo de estudio a partir de la instalación de un Taller titulado Propuestas para la lectoescritura en los umbrales: Tendiendo puentes entre la Escuela Secundaria y la Universidad. El objetivo primordial que nos planteamos fue el trabajo conjunto con docentes de los últimos años de la Enseñanza Media, de todas las áreas disciplinares y de diversas escuelas del interior de Posadas, una de las cuales (Escuela N° 5 de San Ignacio) resultó ser la sede del Taller. Las temáticas abordadas se materializaron en un Cuadernillo Di- dáctico publicado por la Editorial Universitaria que denominamos “Propuestas para la lectoescritura en los umbrales”. En articulación con la dinámica y metodología establecida creemos relevante de- tenernos en la definición teórica y la categoría de Taller. Retomamos las voces de diver- sos autores trabajados en el grupo de estudio e investigación, entre ellos Alvarado, Pam- pillo, Cassany, Klein, entre otros. En este sentido, Pampillo enuncia que un taller posee valor en relación a su capa- cidad para producir conocimientos, adquirir destrezas y reflexionar. Aquí, el coordina- dor no encarna el saber soberano, sino antes bien propone trabajos, plantea problemas y relaciona las respuestas (Cfr. Pampillo, 1988, 27). Asimismo, Maite Alvarado argumenta: …es preciso que el docente tenga en claro que los saberes que el taller produce están directamente vinculados con la práctica y que las nociones teóricas que se imparten deben tener un sentido funcional. Un riesgo que corre el coordinador de taller es el de pretender aplicar una teoría. (Alvarado, 2013, 120). 805