Congresos y Jornadas Didáctica de las lenguas y las literaturas. | Page 385
subyace en las respuestas de algunos encuestados que con mucha convicción expresan que
“para ser modelos de los niños hay que producir sonidos correctamente o lo más
aproximado a la pronunciación real”, equiparando la comunicación oral en inglés con
tradicionales anclajes pedagógicos que fomentan el modelo ideal de docente de inglés que
favorece la reproducción de un estándar de habla inglesa de cierto estatus y
reconocimiento social. Esto pone de manifiesto una potente ideología lingüística que poco
tiene que ver con el valor por la identidad y la cultura propia del aprendiente propugnados
en documentos curriculares y también desde otras áreas de las ciencias del lenguaje, como
la lingüística antropológica o la sociolingüística. La misma valoración ideológica se
percibe en la creencia de otros encuestados quienes conciben que la pronunciación durante
el habla deba ser “armoniosa” ya que no existen motivos para “contaminar tan hermoso
idioma”. Otro participante manifiesta que le resulta incómodo escuchar la “tonada
tucumana” durante la producción del habla, mientras que para otros el hecho de “hablar
inglés como un tucumano” es evidencia de que “no se ha adquirido por completo la
entonación correspondiente de la lengua meta.”
Si bien los resultados representan una fracción de una realidad estudiada (7 docentes
fueron participes de éste estudio) los análisis de datos demuestran que existen una
variedad significativa de ideologías lingüísticas acerca de la enseñanza y uso de la lengua
inglesa por parte de los docentes. A éste fenómeno debe adjuntarse el hecho de que
parecieran existir pocas instancias de consultas a documentación curricular existente sobre
la enseñanza de éste particular aspecto de la lengua. Una de las principales
consideraciones de relevancia pedagógica de los datos analizados es que si bien la mayoría
de los docentes reconoce la importancia de la enseñanza de oralidad en inglés, operan
todavía convicciones e ideologías claras sobre ésta que revelan algún tipo de
estigmatización lingüística frente al acto de producir habla que no tiene correlatividad con
aspectos suprasegmentales (ritmo y entonación) y sonoros (pronunciación) de la lengua,
por así llamarla, estándar o modelo. Por cierto, palabras que difícilmente puedan
categorizarse o conceptualizarse epistemológicamente en un mundo globalizado en el cual
el uso de la lengua inglesa pareciera ser mucho más un objeto patrimonial de una amplia
variedad de seres humano y culturas que un objeto de estudio.
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