Congresos y Jornadas Didáctica de las lenguas y las literaturas. | Page 328
grantes de la comunidad están acotadas al nivel de uso de la L2 que ellos posean. Por lo
tanto, es posible que no vean como necesario dominar las SFs de la comunidad nativa. Sin
embargo, en cuanto se amplían los círculos de interacción (que sería lo deseable y el obje-
tivo mismo del empleo de una LE, es decir, la comunicación genuina y espontánea), nece-
sitan moverse dentro del marco de las convenciones de la lengua meta para poder ser com-
prendidos y poder comprender.
Es así que el rol del docente implica proveer a los estudiantes la mayor cantidad de input
para que, expuestos al torrente de uso de la lengua extranjera, ellos mismos saquen sus
conclusiones sobre qué combinaciones son posibles en la L2 y refuercen las SFs que ya
han percibido y registrado en su memoria. En el proceso, los estudiantes se van familiari-
zando con SFs progresivamente más avanzadas, aún cuando no las dominen en gran medi-
da. Hasta que no se complete la adquisición – evidenciada por una ausencia de estas varia-
ciones no nativas-, jugar con los significados y quebrantar las normas o convenciones que
las rigen para lograr efectos literarios al estilo de los hablantes nativos resulta problemáti-
co.
Los intentos de estrategia literaria o con fines específicos como el humor o la ironía pue-
den llevar a producciones afectadas o marcadas, cuyo efecto se pierde o no es percibido
por el interlocutor. Las posibilidades de creatividad con el lenguaje en un nivel de compe-
tencia lingüística en desarrollo no logra exitosamente transmitir lo novedoso o creativo,
característico de obras literarias o de usos estilísticos de juego de palabras. Siguiendo a
Crystal (1998), creemos que “jugar con el lenguaje requiere que, en un nivel de conscien-
cia la persona haya percibido qué es lo normal y esté preparado para desviarse de ese pará-
metro” (p. 181) 15 . Al igual que en la lengua materna, la creatividad estaría determinada por
la intencionalidad del autor/ aprendiente de transgredir las formas de las SFs adrede, con-
previo conocimiento de dichas formas típicas (Vo y Carter 2010; Prodromu 2007).
Los datos muestran entonces que en su afán de asemejar su producción a la de los hablan-
tes nativos y basándose en la evidencia del input recibido, los hablantes no nativos de una
lengua extranjera aventuran formas no canónicas de las secuencias formulaicas que son si-
milares en forma, significado y uso, si bien no exactamente adecuadas. Estas variaciones
no parecen ser generadas creativamente de manera consciente y a propósito, con el objeti-
vo de crear lenguaje de manera ingeniosa, con intencionalidad de generar en el interlocu-
tor un efecto específico. Por el contrario, en su forma responden al modelo de SF percibi-
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Traducción propia de las autoras.
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