Congresos y Jornadas Didáctica de las lenguas y las literaturas. | Page 321
Otro enfoque para la adquisición de estas cadenas de palabras es el ofrecido por Hoey
(2005), quien, en lo que denomina ‘una nueva teoría de palabras y lenguaje’, se centra en
un proceso que da en llamar ‘lexical priming’ o imprimación léxica. Este proceso permite
al hablante almacenar información sobre las conexiones entre palabras, anidando en ellas
significados, usos literales y metafóricos, asociaciones semánticas (semantic prosody) así
como entornos gramaticales típicos (colligation) en los que frecuentemente se encuentra/n
esta/s palabra/s. Este priming es orgánico, cíclico, dotado de vida y tiene lugar cada vez
que el hablante encuentra la palabra o cadena de palabras empleada en el input al que está
expuesto.
Por lo tanto, esta teoría propone que cada persona construye su lenguaje a partir de los
primings adquiridos de un set de datos únicos, particulares para cada hablante (p. 181). Sin
embargo, los ámbitos de contacto e interacción en los que se desempeñan los seres huma-
nos se constituyen en redes que contribuyen a ‘normalizar’, socializar y compartir el input
y esta información léxica. Los distintos miembros de una comunidad se retroalimentan en
el uso del lenguaje relacionado con la interacción que se da en ese grupo y así re-ajustan
sus primings. En esta teoría existen también mecanismos de ‘armonización’ externa que
aseguran que los primings de diferentes hablantes convivan lingüísticamente en armonía.
El sistema educativo, las prácticas literarias y religiosas, los medios de comunicación ma-
sivos y los diccionarios cumplen esta función (Hoey 2005: 181-2).
2.1.2. ¿Qué papel juega la creatividad en la lengua materna?
Diversos autores han comprobado que los hablantes de un idioma perciben, aprenden y
almacenan información sobre la frecuencia y previsibilidad inherentes a estas unidades
(Arnon y Snider 2010; Bannard y Matthews 2008; Siyanova-Chanturia et al. 2011b). Sin-
clair (1991) describe el uso del lenguaje en hablantes nativos según dos principios: el Prin-
cipio de Idiomaticidad, por medio del cual el hablante selecciona su mensaje de una varie-
dad de frases que funcionan como una unidad y que tiene a su disposición. Así, el uso del
lenguaje está delimitado por las palabras asociadas a aquella seleccionada. El otro princi-
pio que regula el discurso es el de Selección Libre, que confiere libertad al hablante en
aquellos momentos del mensaje cuando una unidad de significado se completa. Es enton-
ces cuando el hablante puede introducir cambios y seleccionar otras posibilidades que res-
peten la gramática. De este modo y contrariamente a lo que muchos modelos descriptivos
del lenguaje proponen, nuestro uso diario no es libre ni enteramente creativo sino que se
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