Congresos y Jornadas Didáctica de las lenguas y las literaturas. | Page 131
proceso de transformación tanto a nivel académico como social y personal (Castelló,
2009; Ezcurra, 2004; Gairín et al., 2009; Gómez, 2012; Salmerón, Ortiz & Rodríguez,
2005; Vélez, 2005).
En lo atinente a lo académico, los estudiantes deben hacer un ajuste acorde con las
altas demandas de exigencia, ya que la inserción en el nuevo ámbito requiere una rela-
ción diferente con el objeto de conocimiento. En consecuencia, construir conocimiento
implica el desafío de aprender a sortear las metodologías y formas de evaluación de los
profesores, cambiar la manera de manejar el tiempo, ajustar hábitos de estudio, com-
prender las múltiples fuentes bibliográficas, utilizar estrategias de acceso a los textos
que permitan asumir el estudio de forma eficaz y eficiente. Asimismo, interviene la au-
to-percepción de la eficacia de la competencia escritora vinculada con la habilidad de
escribir, la motivación y la ansiedad (Pajares y Valiante, 2006). La autoeficacia en los
procesos de producción depende de varios factores, como las formas de persuasión posi-
tiva por parte de otros.
En relación con lo social, este proceso también trae aparejadas la conformación de
nuevas redes sociales y la reconfiguración de los vínculos previos familiares y de amis-
tad. Asimismo, se entretejen nuevas relaciones con los profesores y los miembros de la
comunidad universitaria. Al respecto, se ha señalado que el apoyo de los docentes aun-
que no esté fuertemente relacionado con el rendimiento académico, sí beneficia psicoló-
gicamente los niveles de desarrollo personal e interpersonal de los estudiantes (Soares et
al., 2011). En este sentido, se observan transformaciones personales: el estudiante tiene
que fomentar sus capacidades cognitivas, desarrollar e integrar las emociones, desarro-
llar la autonomía, establecer nuevas relaciones interpersonales, adquirir una identidad
nueva, manejar el estrés, etcétera (Pierella, 2011).
La complejidad de este proceso que atraviesa el ingresante se liga con la proble-
mática de la deserción, por lo que las instituciones latinoamericanas han apelado a dis-
tintos mecanismos, como las becas de ayuda económica, las políticas de acción afirmati-
vas destinadas a grupos que experimentan algún tipo de discriminación y la atención a
las necesidades de personas con discapacidades (Chiroleu, 2009, 2012). Asimismo, se
han implementado diversos dispositivos para enseñar de manera explícita la lectura y la
escritura académicas (Ezcurra, 2011), lo que desde el campo de los estudios del lenguaje
se reconoce como Alfabetización Académica. Este concepto hace referencia, por un
lado, a los conocimientos y estrategias que los estudiantes deben desarrollar para apren-
der en la universidad a través de la lectura y la escritura de textos (Carlino, 2003) y, por
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