Congresos y Jornadas Didáctica de las lenguas y las literaturas. | Page 713

2010), en tanto a partir esta tecnología se dio el fuerte viraje de los grupos humanos prehistóricos hacia las organizaciones sociales y sus modos de regulación. De esta ma- nera, estas tecnologías participan del ecosistema cultural en el que nacen y se desen- vuelven los niños actualmente. Más aun, están mediando en muchas de las interacciones interpersonales de los adultos, se están modificando números prácticas sociales relacio- nadas con los usos del lenguaje, tanto oral como escrito, por lo que no es arriesgado afirmar que el desarrollo de las competencias comunicativas en general estará ligado de algún modo a estas tecnologías. De allí que los saberes relacionados con el buen desenvolvimiento en la cultura di- gital han impactado en el centro del concepto de alfabetización. (…) “la cultura digital representa un profundo clivaje en la construcción socio- histórica de lo que se entiende por alfabetización. En efecto, la emergencia de la cultu- ra digital supone transformaciones profundas de distinto orden entre las cuales se in- cluyen la legitimidad de las jerarquías y la reestructuración de los valores culturales. Así, la cultura digital viene a desestabilizar las categorías y valores establecidos alre- dedor de la cultura a través, entre otros elementos, de las nuevas dinámicas propuestas para la producción, circulación y apropiación del conocimiento” (Brito, 2015: 5) En el mismo sentido, es posible afirmar que, de una manera similar a lo que suce- de con las prácticas propias de la cultura letrada, las prácticas digitales tienen relación con el capital cultural del ámbito familiar y escolar que rodea al niño (Necuzzi, 2013). Paralelamente, plantean también cuestiones de inclusión social y educativa e interpelan a la institución escolar, en su función social de democratización de los saberes. Estas consideraciones tienen su correlato en proyectos y políticas educativas de dispar alcance que comienzan a integrar las tecnologías digitales en las salas de los jardines de infan- tes. El tipo de dispositivo, la calidad de las aplicaciones y las dinámicas de trabajo con estas tecnologías en el nivel son aun objeto de grandes debates, que exceden este traba- jo. La pregunta que sí corresponde hacerse en este marco se relaciona, en cambio, con los procesos de alfabetización en el marco de la cultura digital y es, precisamente, si el soporte es tan relevante en la construcción del sistema de lectoescritura. Al respecto hay diferentes puntos de entrada. Por un lado es posible encontrar algunas conceptuali- zaciones dentro del amplio espectro que abarcan los estudios sobre la alfabetización di- gital. En ese ámbito existen algunos abordajes que presentan un sesgo mayormente se- miótico, como el de los nuevos alfabetismos, que hace hincapié en las nuevas prácticas 713