Congresos y Jornadas Didáctica de las lenguas y las literaturas. | Page 692
gador si optara por una metodología poco cuidadosa de la cotidianeidad de la escuela y
de lo no documentado. También serían difícilmente detectables de no ser por la mirada
histórica que permite comprenderlos en términos de tradiciones, bajo la lupa de una his-
toricidad que los revela como continuidad y ruptura, y les otorga una silueta que de otro
se perdería en el mar del puro presente. Es por estas razones, precisamente, que el apor-
te de la etnografía educativa en el sentido en que la plantea Rockwell resulta fundamen-
tal para el trabajo que nos proponemos.
Las TIC como formas culturales
Tal como lo hemos adelantado al formular el problema que aborda nuestro es-
tudio, las tecnologías digitales que forman parte del nuevo escenario tecnológico de la
escuela -y que exceden las voluntades que hacen a las políticas educativas de dotación
tecnológica- no representan, desde la perspectiva que asumimos, artefactos susceptibles
de ser sometidos unidireccionalmente a unos usos predefinidos, sean estos de la natura-
leza que fueren. En este sentido, hacemos nuestra la reflexión de Burbules y Callister
(2001) en torno al carácter relacional de la tecnología, cuando afirman que estas tam-
bién nos usan en la medida en que están atravesadas por configuraciones que forman
parte de los condicionantes que les dan contorno a nuestras formas de construir conoci-
miento y comunicarnos (Burbules & Callister, 2001). Siguiendo esta línea, las TIC con-
figuran entornos y soportes a través de los cuales se despliegan diversas prácticas cultu-
rales con características específicas que si bien han comenzado a ser estudiadas en rela-
ción con sus desafíos para la cultura escolar (Dussel, 2011), aún continúan mayormente
inexploradas en sus implicancias para la Lengua y Literatura 200 .
Acordamos, en este sentido, con los planteos del campo de la Tecnología Edu-
cativa, que nos brinda un marco sólido para, en un mismo movimiento, rescatar el ca-
rácter cultural de las tecnologías que han hecho su ingreso a la escuela y asignarle a ese
proceso una orientación profundamente didáctica y atenta a al contexto específico y a
los objetivos que atraviesan la escuela.
Es por esta razón que rescatamos para nuestro estudio de carácter disciplinar
los aportes de la TE y los aportes de sus referentes cuando afirman que en virtud del
cambio cultural y cualitativo que representa, la inclusión de nuevas tecnologías en la es-
cuela nos interpela como educadores a revisar y expandir los marcos a partir de los cua-
les interpretamos las prácticas de enseñanza (Maggio, Lion & Sarlé, 2012). De este
200
Una de las propuestas locales más interesantes en torno a la enseñanza de LyL medidada por nuevas
tecnologías son las actividades de trabajo con tecnologías desarrolladas por Cecilia Magadán en Enseñar
Lengua y Literatura con las TIC (2014).
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