Congresos y Jornadas Didáctica de las lenguas y las literaturas. | Page 54
Para empezar, vale la pena detenerse en la pauta según la cual los alumnos deberían
exponer “la pertenencia o no de la obra al género ciencia ficción (utilizando como paráme-
tro la definición de Isaac Asimov)”. Si asumimos que, siguiendo lo enunciado por la con-
signa, no todas las obras desplegadas en la lista son adscribibles al género de ciencia fic-
ción, entonces, cualquier obra que no esté contemplada en ese género portará una contrata-
pa que así lo indique. Lo problemático es que esta información no forma parte de los ras-
gos propios del género contratapa. Tal es así que cualquiera se sorprendería de leer una
contratapa que diera cuenta de que su contenido no pertenece al género ciencia ficción. El
usufructo, en este caso, se cristaliza en la instrumentalización del texto que compone una
producción cultural que trasciende la pura textualidad, al igual que la tira de Mafalda.
Pero, ¿qué sucede con las pautas o desafíos multimodales y con las partes de este
objeto libro que son la tapa y la contratapa? La elección del diseño debe ser “acorde” a la
temática y la imagen de la tapa debe “ilustrar” la novela en su totalidad o parcialmente. En
estos términos, las indicaciones o desafíos que involucran a las imágenes que pueblan al
objeto libro resultan por lo menos elusivas, si las comparamos con las indicaciones sobre
la escritura, que son rigurosas en cuanto a su exigencia de cumplir con las pautas señala-
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