Congresos y Jornadas Didáctica de las lenguas y las literaturas. | Page 528

tas, surrealistas y oulipianas partiendo siempre de las condiciones del sujeto que practi- ca la escritura: yo escribo. Por la misma época, precisamente en 1970, en S/Z, Barthes sugería que el lector debía abandonar la seriedad y acceder “a la voluptuosidad de la escritura”. Ya había sos- tenido en La muerte del Autor (1967) que “un texto está formado por escrituras múlti- ples, procedentes de varias culturas, [que] establecen un diálogo, una parodia, una con- testación”. Y agregaba: “existe un lugar en el que se recoge toda esa multiplicidad, y ese lugar no es el autor, como hasta hoy se ha dicho, sino el lector”. Pero al distinguir la obra en tanto propiedad exclusiva del autor consagrado y territorio del dixit; del texto como “una infinitud que no remite a la idea de lo inefable sino a la de juego, variación, dislocación” 132 , podemos arriesgar que Barthes pensaba, sin dudas, en un lector que es- cribe. Al poner en escena ese lector que escribe o reescribe absorbiendo múltiples tex- tos en la producción de uno nuevo y original estaba proponiendo, sobre todo, un modo revolucionario de tratar la literatura, el lenguaje literario y la lengua. Se trataba de posiciones que, aun partiendo de la academia, emergían de alguna manera como contra-académicas. Grafein las absorbió y resignificó, surfeando ellos mismos por la tangente de las aulas, en una tarea de extrañamiento del lenguaje que amalgamaba la libertad del arte con las técnicas de las disciplinas más ceñidas. Rescatamos este concepto y esta experiencia colectiva con el ánimo de que nos ayude a pensar en nuestras prácticas como enseñantes en un campo que se define, bási- camente, por esa doble envergadura: la lengua y la literatura. Una articulación cuya ob- viedad no impide, sin embargo, que cada área de conocimiento se desplace por carriles paralelos (y a veces, inexplicablemente opuestos) en la formación de los futuros profe- sores. A imagen de Jano, el dios de la mitología romana con dos caras, los planes de estudios se construyen casi siempre sobre un tronco bifronte, cuyo ensamble se supone a cargo del área de formación pedagógica a través de ¿una didáctica?, ¿dos didácticas?, ¿una enseñanza diferenciada? Notas: 132  En De la obra al texto, publicado en la Revue d’Esthetique, Francia, en 1971. Incluido en El susurro del lenguaje. Más allá de la palabra y la escritura, Paidós, 2013 528