Congresos y Jornadas Didáctica de las lenguas y las literaturas. | Page 516
La cita de Saramago, muestra al escritor/a como persona tratable, y a quienes los
otros “miran” o evalúan como alguien, cuya presencia es apreciada socialmente y digna
de estimación y orgullo. Toda propuesta de escritura ha de considerar vehiculizar
también una mirada social valiosa sobre esta actividad tan persistente en el ámbito
escolar y sobre aquellos que la realizamos.
2. Aportes teóricos al sustento de la práctica.
I. Lo emocional se halla imbricado con el lenguajear.
Maturana (1996) describe la organización autopoiética como rasgo característico
de los seres vivos: se producen a sí mismos de manera constante. Pero este “producirse
a sí mismos” no permanece encapsulado o aislado en el hermetismo. La conducta
autopoiética de un organismo establece interacciones con la conducta autopoiética de
otro/s organismo/s.
Se genera así una serie de interacciones recursivas: “De esta
manera, se desarrolla una cadena tal de interacciones eslabonadas que, aunque la
conducta de cada organismo en cada interacción es determinada internamente por su
organización autopoiética, dicha conducta es para el otro fuente de deformaciones
compensables y, por lo tanto, puede calificarse de significativa en el contexto de la
conducta acoplada. Estas son interacciones comunicativas” (Maturana y Varela
1970/1994. Rosas- Sebastián, (2008) p. 72). Se puede inferir entonces que la estructura
de cada organismo ha favorecido la coordinación de acciones y que “se ha establecido
un dominio consensual de coordinaciones de acciones, aquello que Maturana considera
un dominio lingüístico, en el cual se definen conductas lingüísticas” (op. cit., p. 72).
Este autor señala la poderosa influencia del emocionar vinculado al lenguajear: “la vida
humana es siempre un fluir entrelazado e inextricable del emocionar y de racionalidad a
través de los cuales traemos de la mano diferentes dominios de la realidad” (op. cit., p.
75).
Esta propuesta quiere hacer consciente la interacción que se establece con el
lenguajear a nivel de acciones hechas con el lenguaje que pueden influir sobre los
aprendices a través de las emociones.
II. La contextualización cultural participa en la formación del lenguaje.
Amelia Álvarez (1990) enfatiza el carácter cultural del medio físico en que está
inserto el niño que aprende, como factor de suma importancia en el desarrollo cognitivo.
Destaca la necesidad poner en práctica la actuación ecológica del niño que
paralelamente favorecerá también su funcionamiento psicológico verbal: “En términos
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