Congresos y Jornadas Didáctica de las lenguas y las literaturas. | Page 488
Este trabajo es una reflexión, en parte teórica, en parte práctica, sobre la enseñanza de
la literatura en el Nivel Superior a través de un espacio curricular estructurado a manera
de taller, y que cubre tanto la lectura como la escritura de literatura. La reflexión tiene
su origen la práctica desarrollada en el Módulo de Arte, Taller de Literatura, pertene-
ciente a la Universidad Nacional de Villa María, Córdoba, Argentina.
I. La pregunta
Las nuevas investigaciones sobre el lenguaje, en particular desde la segunda mitad del
siglo pasado, en el marco también del desarrollo de disciplinas como la pragmática, la
sociolingüística, el análisis del discurso, entre otras, han abierto otros horizontes para
trabajar lo literario en los distintos niveles de la educación. Así, los cambios se han he-
cho notar lentamente en las aulas de literatura en la sustitución paulatina de las viejas
recetas de la imitación, la reproducción, la copia (Maritano, Alvarado) para instalar la
idea de que leer y escribir suponen procesos interactivos como afirma (Kenneth S.
Goodman. 1986), que involucran al sujeto durante todo el proceso.
De todos modos, y a pesar de que han pasado muchos años y muchas propuestas edu-
cativas, en el contexto de la Educación Superior Universitaria no son frecuentes los es-
pacios para la lectura y la escritura de literatura ajustados a los cambios que propone el
nuevo paradigma.
Podemos, sin incurrir en generalizaciones, considerar dos tipos de espacios que co-
existen dentro de las universidades argentinas y que tienen como actor necesario las ca-
rreras profesorados y licenciaturas en lengua y literatura. Dos propuestas diferenciadas
por sus objetivos, metas, metodologías y modos de evaluar.
En primer lugar, dominan el escenario los clásicos ámbitos para la enseñanza de la li-
teratura sujetos a la lógica de la cátedra universitaria, espacio diferenciados por sus te-
mas y corpus - literatura argentina, latinoamericana, europea, entre otros- pero coinci-
dentes en sus metodologías. En general, salvo algunas excepciones, estas cátedras están
marcadas por lo conductual, la evaluación sumativa, y la reproducción de saberes. En
algunos casos se enfatiza algún tipo de crítica particular -comparatista, estilística, políti-
ca o semiótica- pero es decisivo el enfoque histórico.
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