Congresos y Jornadas Didáctica de las lenguas y las literaturas. | Page 482

gracias a las nuevas tecnologías podemos ver que los adolescentes leen y escriben fuera del aula incluso forman parte de comunidades lectoras en las que se validan frente a sus pares tanto como lectores como escritores. Como docente se debe conocer estos espacios para saber ¿Qué leen? ¿Cómo leen? Cómo y qué escriben? Entendiendo estas prácticas vernáculas como un puente entre los diversos modos de lectura, Así también la búsqueda de temáticas y/o libros que traten temas de su interés para fomentar el desarrollo tanto del hábito lector como el desarrollo de competencias de lectura. 5. Educar la capacidad de disfrutar de las lecturas: "La argamasa con la que se cons- truye el hábito lector es la del placer; por tanto, el inicio de las prácticas lectoras suele aso- ciarse a experiencias de gratificación inmediata. Para alentar el impulso de leer se reco- mienda utilizar primero los resortes que más fácilmente atrapan al lector como la intriga —lecturas que nos arrastran y enganchan— y la identificación —las que nos ponen en la piel de sus personajes—." Margallo (2011:11). Siguiendo la idea de la autora se puede por una parte buscar textos que sean potenciales “enganchadores” que tengan tramas que los atraigan e inciten a seguir leyendo textos similares, para luego con el tiempo y según su progreso lector aumentar la complejidad de los textos y de las actividades relacionadas con el abordaje de los mismos, ya sea la discusión o actividades relativas al análisis y la reflexión de sus lecturas. Por otro lado, abrir el espectro de gamas de interés, es decir, pa- sar de la temáticas a los motivos que me mueven a leer aquí se pueden distinguir dos: el gusto por aprender y el gusto por la obra o goce estético, Margallo aclara que estos son as- pectos de mayor complejidad y que por tanto deben ser abordadas mediante la guía del do- cente que como expuse anteriormente debe estar atento tanto al progreso de las habilida- des lectoras, manejar libros de diversa complejidad ( que ya han sido leídos por sus estu- diantes) e instaurar actividades de socialización de la lectura. De esta manera saber cuándo y cómo pasar al siguiente nivel. 6. Conectar el espacio de lectura con todas las asignaturas: La lectura es una activi- dad transversal no solo debe darse en el aula de lengua y literatura como también los tex- tos que en ella se aborden deben ser exclusivos de la asignatura Aquí también cabe la llamada colegialidad, donde los docentes tengan instancias de discu