Congresos y Jornadas Didáctica de las lenguas y las literaturas. | Page 427

atonalidad mortecina que nos hace cuestionarnos muchas veces la salud física, anímica y mental del alumno. Cabe resaltar que hasta aquí le umbral se configura en una especie de riesgo para las posibilidades de arranque, aprendizaje, de puesta en práctica de saberes y significación. Y además, que es una etapa pasajera, por la que todo ser que participe activamente de la educación debe atravesar. Narrar desde el umbral. La capacidad narrativa se despierta a temprana edad en los niños, la posibilidad de narrar historias forma parte de una de las primeras capacidades de expresión que obtiene el ser humano en su desarrollo, como lo dice Teresa Colmer: “A los dos años la mayoría de ellos usa convenciones lite- raria en sus soliloquios, juegos y relatos (fórmulas de inicio y final, uso del pretérito imperfecto, cambio del tono de la voz …) es un claro indicio que desde los dos años los niños ya identifican la na- rración de historias como un uso especial del lenguaje, y ese cono- cimiento se desarrollara hasta el reconocimiento de las historias como un modo de comunicación, una técnica aceptada socialmente para hablar sobre el mundo real o para imaginar mundos posibles” (Colmer,) Es realmente sorprendente como las capacidades de expresión adquiridas y ya fija- das con anterioridad se ponen a prueba en las etapas de umbrales. Se puede apreciar esta pérdida temporal de la capacidad narrativa con simples trabajos de presentación. Es co- mún solicitar en los primeros días de clases que los alumnos se presenten, pero lo que pa- rece una tarea sencilla se vuelve toda una odisea, las risas, el frenetismo, o como dice Camblong “la presencia regular, inestable y turbulenta de sensaciones y tenciones que acentúan los efectos sobre el cuerpo” (Camblong, 2012) los muestra distantes, desconcen- trados y por sobre todo ausentes. Pero esa ausencia no se remite a una falta corpórea, sino a una falta comunicativa, o de expresión, el alumno esta pero no está. Las nuevas reglas, los nuevos espacios que se conforman a su alrededor lo transmutan en un ser sin lenguaje o mejor dicho con un lenguaje tan complejo que muchas veces los especialistas en el tema 427