Congresos y Jornadas Didáctica de las lenguas y las literaturas. | Page 249
La articulación de los tres criterios mencionados puede concretarse conju-
gando diferentes modalidades organizativas: proyectos, actividades habituales y se-
cuencias didácticas.” (DC CABA, 2004: 649-650).
Como vemos, la ausencia de escalabilidad de la enseñanza se presenta de
manera deliberada. Ni contenidos distribuidos por año (sí solamente los referidos a
“Reflexión sobre el Lenguaje”): ni géneros, ni nociones de teoría textual o teoría li-
teraria, Los docentes deben “articular” entre sí, además de poner en funcionamiento
una suerte de “mecanismo de relojería” de modos de organizar la enseñanza, lo que
desconoce sobremanera el carácter fragmentario del tiempo y organización escolar,
las condiciones materiales de trabajo docente (Rockwell, 1988).
Pensemos por un instante en una situación muy puntual propia del trabajo
docente en la escuela que es seleccionar los contenidos a enseñar en el grado: ¿a
dónde recurriría el o la docente, si el DC no plantea ninguna orientación clara que
permita visualizar con nitidez los contenidos de enseñanza? ¿Será quizás al manual
que, independientemente de su calidad, sus transposiciones didácticas, su rigor teóri-
co y metodológico, tiene al menos un índice de contenidos?
Atrapados en la engañosa disyuntiva de enseñar lengua y literatura o afrentar
la posibilidad de “construcción” de una “comunidad de lectores”, cientos de docen-
tes, futuros y en ejercicio parecen verse impelidos de enseñar contenidos disciplina-
res. Uno de los aspectos más llamativos y evidentes en el proceso de formación es el
de la supervivencia del código disciplinar (Cuesta Fernández, 1997) que opera como
lo hacen los sustratos lingüísticos, la forma en que las lenguas bajo dominio asumen
la forma de la lengua del dominador para sobrevivir. Supervivencia que se vuelve
central para que la transmisión y la enseñanza tengan posibilidades de ser realizadas.
En la formación inicial se da un fenómeno particular que muestra la faz más visible
del código disciplinar, que observaremos en planificaciones y planes de clase. Están
mostrando, como efecto evidente, una fuerte desorientación metodológica. Frente a
esto, buscan y diseñan estrategias de supervivencia sea en el trabajo o en la forma-
ción que les permitan realizar su tarea pedagógica.
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