Congresos y Jornadas Didáctica de las lenguas y las literaturas. | Page 146

mos sobre esto), mientras que BMR no valora correctamente los problemas que pueda pre- sentar el texto sus alumnos, que en vez de lo esperado (gráficos) hablan de “rayas” y “án- gulos”: BMR: [...] después trato de sacar las ideas previas sobre los gráficos [por] si alguno me sorprende y me dice “sí, los gráficos son eso que sale en los periódicos y que re- presenta la... el paro”, no sé [se ríe] o no sé qué cosa/ y después... TI: eso era lo que tú esperabas/ BMR: Puede ser TI: que relacionaran con alguna cosa BMR: Claro, puede ser “¿dónde habéis...?” podía haber tirado por ahí “¿dónde habéis visto, de donde os suena haber visto gráficos?” En el telediario, en los periódi- cos, eh... no sé, gráficos hay en muchos lugares, en las propagandas de los su- permercados de... los gráficos están en todas partes. Y, claro.... y, a lo mejor, pue - de ser que si hubiera insistido más por ahí, que no hubiera estado pendiente más de que era una grabación y hubiera sido de otra manera más distendida, puede ser que sí que hubiera insistido y a lo mejor hubiéramos llegado a alg una cosa más. (ET 13) El contraste entre el trabajo prescrito y el trabajo real, entre lo previsto y el resulta- do, redunda en una modificación de las disposiciones para actuar en BMR, quien no solo evalúa la acción 34 (“estaba pendiente de la grabación, el texto era sencillo”), sino que tam- bién verbaliza, en prospectiva, lo que podría o debería haber hecho (“si hubiera insistido más por ahí” ) . b) Las estrategias durante la lectura En estas estrategias se manifiesta de manera más cara las diferencias entre MEL y BMR en cuanto a qué entienden por enseñanza de la comprensión lectora, los modos de lectura y cómo conciben el control y regulación de la comprensión. Asimismo, es diferente el grado de conciencia sobre este tipo de estrategias que manifiesta cada uno de los nove- les. Para MEL, quien manifiesta un grado muy elevado de conciencia, es importante tra- bajar no solo la comprensión como finalidad del proceso lector –esto es, que los alumnos entiendan lo leído–, sino el propio proceso y las estrategias para su consecución para for- mar lectores más eficientes: 34 Como “evaluación” nos referimos a las verbalizaciones de los estudiantes entrevistados que remiten a juicios sobre la propia intervención, sobre la de la maestra tutora o sobre aspectos de la actividad, tales como el texto seleccionado (evaluaciones propiamente dichas) y las verbalizaciones de prospectiva. 146