En las clases analizadas pudimos observar que se toman conceptos abstractos de diversas disciplinas( lingüística, teoría literaria, psicología) y se transmiten como descriptores teóricos de los textos en el aula. A modo de ejemplo hemos registrado los siguientes recortes conceptuales que devienen categorías escolarizadas de teorías implícitas, ya que no se alude al origen disciplinar de las mismas: a) los tipos de textos( expositivo, narrativo, informativo, etc.) b) la comprensión, la cognición( estrategias universalizadas de una mente única) c) la literatura como texto ficcional frente al texto no ficcional En realidad, no se trataría de objetos a ser enseñados en la escuela, sino de conceptos cuya procedencia teórica no se analiza ni se critica, por lo que se usan como descriptores técnicos, sin que la funcionalidad de los mismos tenga una finalidad didáctica. Se transmiten en las clases como nociones que deben ser reconocidas en textos singulares. Al extrapolarse como objeto de enseñanza, la especificidad técnica de las nociones en el contexto teórico de origen, cambia su significado en el contexto escolar. En la enseñanza se atribuyen sentidos restringidos y no puede reponerse el carácter explicativo que tiene una noción en el marco teórico de origen. En el aula los tipos de texto, las marcas discursivas, los conectores, etc., son conceptos que circulan naturalizados como términos más o menos entendidos desde el sentido común, tanto de parte de los alumnos, como de la mayoría de los docentes. Para nuestro análisis, el carácter interdisciplinario e ingenieril de la Didáctica de la lengua y la literatura nos lleva a delimitar teóricamente tres aspectos del campo: 1) los contenidos a enseñar, 2) los procesos de transposición y 3) los objetos de estudio en su carácter empírico( qué hacemos en clase con nuestros alumnos, cómo realizamos la actividad de enseñanza de las lenguas y la transmisión de las obras de la cultura). Estos tres aspectos del campo nos muestran que un modelo didáctico difiere de un modelo teórico en lo que hace a su constitución y su finalidad, sostienen Dolz & Gagnon( 2008):
“ un modelo didáctico se elabora de manera interactiva en función de las puestas a prueba sucesivas siempre en función de los tres criterios de validez didáctica siguientes: legitimidad, pertinencia y solidarización »( Dolz & Gagnon, 2008:53; traducción nuestra).
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